Nos importa mucho nuestro coche y es normal que nos llevemos un disgusto cuando algo va mal. Un golpe, una avería, una luz que indica que algo no va bien… Éste, de la misma forma que nuestro cuerpo, nos manda señales cuando algo se tuerce. No tienen por qué ser fallos graves, pero sí que hay que tener en cuenta ciertos síntomas, aparentemente sin importancia, que pueden ocultar el inicio de una avería mayor.
Cuando esto ocurra, ponte en manos de profesionales, acude a tu taller mecánico cercano y a estar tranquilo con que el problema no irá a mayores.
Permanece alerta porque hoy te ayudamos a identificar estas situaciones utilizando los distintos sentidos del cuerpo humano:
Sentido de la vista
Cuadro de instrumentos
Comenzamos el repaso prestando atención a las indicaciones que nos muestra el cuadro de instrumentos del propio coche. Si ves cualquier luz encendida y no sabes lo que significa,acude al manual de instrucciones del automóvil.
Pueden aparecer testigos de fallo en la batería, de la dirección asistida, niveles de presión o de aceite inadecuados; si estos tres aparecen en rojo hay que tener especial cuidado porque pueden provocar accidentes o averías muy graves como la rotura del motor.
Están también los testigos de color amarillo, vinculados a la tracción o estabilidad, fallo del ABS, desgaste de las pastillas de freno, fallo en el alumbrado… Son averías que permiten mantener la marcha pero que hay que ir lo más rápido posible al taller para solucionarlo.
Vigilar el humo
Si aparece humo negro significa que se está quemando combustible en exceso por lo que hay alguna avería en la entrada del combustible, en el filtro del aire o en los inyectores.
En el caso de que el humo sea de color blanco y denso,nos enfrentamos a una fuga en la refrigeración del motor. Acude inmediatamente a tu taller mecánico, ya que si afecta a la junta de la culata o sobrecalienta al motor, puede llegar a romperse por completo. Por último, si el humo es azul o grisáceo, indica que hay un exceso de aceite quemándose.
Sentido del oído
Ruido al arrancar
Si el sonido del motor es demasiado lento, significa que la batería se está agotando. Acude a un taller lo antes posible ya que puede que cualquier día no te arranque y tengas que hacer uso de las pinzas o peor, quedarte inmovilizado donde menos te lo esperas.
Ruido al conducir
Si el ruido que el vehículo produce al ralentí es diferente al habitual, es señal de que hay que cambiar los filtros del aire y del gasóleo.
Ruido al frenar
Si al pisar el pedal de freno oyes un crujido o un ruido que indica que se están rozando dos elementos es hora de acudir al taller: se trata de las pastillas de freno y debes sustituirlas.
Ruido al acelerar
Un sonido no habitual al pisar el acelerador está relacionado con el turbo, es decir, avería o fuga en el sistema de sobrealimentación.
Ruido al girar
Si al tomar una curva oyes un ruido desconocido hasta la fecha, puede indicar un error en la suspensión o la dirección.
Sentido del olfato
Podemos utilizar el olfato para detectar distintos problemas. Si hay un olor intenso a gasolina, debemos mirar bajo el coche a ver si hay una fuga de carburante. Si huele a caucho quemado puede haber un problema de rozamiento en la correa de transmisión. Por otra parte, si el olor es químico y dulzón puede deberse a una fuga del líquido de refrigeración. Sin embargo, si el aroma es mineral, es un problema en el sistema hidráulico de la dirección. El olor a humedad, menos habitual, significa un problema con los filtros del aire.
Sentido del tacto
Identificar averías con el volante
Podemos notar fallos en la transmisión al tocar el volante. Cuando notamos que el vehículo rebota mucho en los badenes puede deberse a un fallo de la transmisión o suspensión, incluso del estado de las ruedas. A su vez, debemos preocuparnos si la dirección se endurece. Y, de la misma forma, si ocurre todo lo contrario y no hay ninguna sujeción al mover el volante.
Palanca de cambios
Debemos revisar que todas las marchas engranan por igual y que lo hacen de manera suave, sin que haya vibraciones que podrían suponer un problema en el motor.
Ahora que tienes toda la información, recuerda lo importante que es contar con el apoyo de un profesional cuando sintamos alguna anomalía al conducir. ¡No lo dejes pasar, tu seguridad y la de los tuyos está en juego!