La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un reconocimiento técnico que permite diagnosticar cualquier avería o fallo de nuestro vehículo y, por tanto, puede evitar disfunciones mecánicas imprevistas. Esta revisión es esencial para la seguridad vial y para que un trayecto, largo o corto, sea seguro.
Gran parte de los accidentes de tráfico son causados por problemas propios del vehículo. Un pequeño porcentaje de la población que dispone de un medio de transporte no cumple las condiciones de seguridad mínimas y, pese a no pasar la ITV, conducen igualmente, arriesgándose a que suceda cualquier desastre.
La ITV es un trámite obligatorio y necesario para la seguridad vial y se deben cumplir los plazos de revisión para que el vehículo esté siempre apto para circular. El hecho de no llevar el vehículo a revisión, implica el acarreo de multas y, en el caso de accidentes, la aseguradora puede rechazar cubrir los gastos, ya que se podría considerar que el único responsable sería el dueño del transporte asegurado por no haberla hecho.
Todo vehículo debe estar capacitado mecánicamente para circular sin que éste suponga riesgo alguno para el conductor y sus acompañantes y para los demás conductores y viandantes. La periodicidad dependerá del tipo de transporte y las condiciones en las que se encuentre. En el caso de que un medio de transporte no apruebe la Inspección Técnica de Vehículos, debe arreglar los desperfectos que reúna para finalmente pasar la revisión obligatoria. Mientras tanto, no se debe utilizar ni siquiera para realizar desplazamientos muy cortos.
Recuerda: esta revisión no es algo baladí, de ella depende tu seguridad y la de quienes te acompañan. Es un trámite sencillo y no requiere mucho tiempo, incluso existe la posibilidad de pasar la ITV gratis. Por desgracia, los accidentes de tráfico suceden día tras día, ¡evita que tu vehículo circule siendo un peligro!